Por Mónica Cano

 

Guanajuato, Gto.

En el Festival de Día de Muertos no todo fue festejo y color. Se ha hecho notorio en cada edición, que se ha privilegiado la atracción del visitante sin prever la gestión y sin contemplar el impacto integral. Se ha convertido en un evento donde el desborde es la constante: desabasto de agua, basura acumulada, saturación de calles, inseguridad y caos operativo.
El discurso oficial celebra el aumento del turismo, pero poco se habla de la capacidad real de la ciudad para recibirlo. Se aplauden las cifras de visitantes, sin considerar que contener más personas significa escalar la prestación de los servicios públicos. 
La planeación parece haberse quedado en la superficie del espectáculo -que también tiene sus asegunes-, sin mirar alrededor. 
El problema no radica solo en la ejecución, sino en la planeación estratégica deficiente.
En gestión de proyectos —y especialmente en proyectos públicos o turísticos— se requiere una visión periférica, es decir, la capacidad de observar no solo el objetivo central (atraer visitantes), sino las consecuencias sistémicas de ese objetivo.
Ningún festival puede ser considerado un éxito si deja tras de sí calles sucias, sistemas colapsados y comunidades agotadas. El éxito turístico no debería medirse solamente por el número de visitantes, sino por la calidad de la experiencia —para los visitantes y para los que habitan la ciudad. 
Es notorio que no se contemplan indicadores clave de desempeño en la fase de planeación; ignoran variables esenciales como el impacto ambiental, la satisfacción ciudadana, la eficiencia operativa o el retorno económico real.
Sin una mirada integral, un festival deja de ser una vitrina cultural y se convierte en una serie de eventos insostenibles que deterioran la calidad de vida local y que incluso pone en riesgo la pérdida de confianza en el destino. A la larga se notan las lecciones no aprendidas y se repiten -e incluso escalan- las crisis que podrían preverse con una buena estrategia en la que haya planeación anticipada, gestión sostenible y acciones de mejora continua.

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**La Maestra Mónica Cano es Tutora en el Centro Europeo de Posgrado (CEUPE), con sede en Madrid. Es egresada de la misma institución, donde obtuvo el grado y una doble titulación en Relaciones Públicas, Eventos y Protocolo, junto con la Universidad de Alcalá de Henares. Se especializa en consultoría de gestión de proyectos, organización de eventos y comunicación, áreas en las que ha desarrollado una sólida trayectoria académica y profesional.